¿Qué quiero? Pues vaya pregunta. Puestos a querer quiero todo lo imaginable e inimaginable con tal que enriquezca el espíritu y el cuerpo de uno (y si es más de uno, mejor). Pero, en fin, que a ver si hacemos amistades para ir por ahí o por donde sea (aunque no por zonas pantanosas). Y si además me cae del quinto pino o del quinto cielo una amiga que me encante como para que me sorprenda su inesperado hallazgo, entonces, ostras, que vaya, vaya, vaya, o sea, que la mar de encantado. Total, que como había que escribir un mensaje, pues que ya está, que mensaje escrito y al canto y a por otra. ¿Qué otra? Pues la que decía, la que me sorprenda por su inesperada existencia.
-Oye, tú eres algo complicadillo, ¿verdad?
-Pues no, te equivocas. Soy transparente y no precisamente por lo delgado, aunque eso sí que también lo soy.